Eso de descifrar sueños no es mi fuerte. Tampoco lo es comprar un libro de interpretación de sueños.

Hay tantas hipótesis sobre el significado de los sueños que prefiero quedarme con la idea de que si recordaste un sueño, entonces hay algo que no estás haciendo cuando estás despierto o es algo que te aterroriza hacer cuando lo estás. Digamos que es una teoría que arrojo deliberadamente a la humanidad y sin ningún tipo de estudios o pruebas. Tal vez hayan personas que han escrito algo sobre esto, ni idea. Se me ocurre decir esto por un sueño que tuve una de estas noches en que la mentecilla mía estaba de rumba como hasta las 4 am.

Por años tuve sueños recurrentes. Y aunque hay uno en particular que no ha cesado,he llegado a la conclusión de que la única manera de que desaparezcan es materializarlos, recrearlos en el mundo "real". Hacer esto no es tan sencillo. Sobre todo los que involucran hacer cosas que jamás pensaste hacer, o las que simplemente no te atreves a hacer, considerando los efectos kármicos.

La ley del Karma dice que toda acción tendrá una reacción o consecuencia. Esta acción es impulsada por el deseo. Me atrevo a decir que el sueño es un deseo queriéndose materializar. Pero el deseo está incompleto sin la acción, entonces durante el sueño se recrea. Es como un ensayo, una prueba antes de llevarlo a la realidad y generar más karma. Porque, esto no debería contar, ¿cierto? ¿se puede crear karma en un sueño?

Hay muchos sueños que quiero ver materializados, otros que prefiero se queden en el plano onírico. A veces me dicen "vamos, atrévete" otras veces son tan reales que satisfacen una necesidad interna. Pero siempre les presto atención porque siento que es una manera de comunicarme conmigo misma. Mantengo abierto el diálogo sin expectativas, y sin conclusiones.

Se puede diferenciar los sueños vacíos de los reveladores. Un sueño vacío genera angustia y agitación. Es la creación de un intelecto sobre estimulado. Pero los sueños reveladores son aquellos que te dicen algo de ti. Mientras duermes haces un viaje a las profundidades de tu subconsciente y a veces tienes el privilegio de recordarlo. A veces para disfrutarlo, otras para rectificar.

Sea lo que sea, digan lo que digan las hipótesis oníricas; los sueños son un recordatorio más del misterio esperando a ser develado en nosotros. Es un viaje que emprendemos sin ningún control. Nos sumerge en la infitud más allá de nuestro consciente.

Esta noche me entrego nuevamente a los brazos cálidos de Morfeo. Llévame donde pueda verme sin máscaras, donde el ego no me pueda encontrar.