Sunday, February 28, 2010

Confiar sin pensar
crear sin preguntar
creer sin pruebas
concederle un espacio al corazón
construir el puente
el arcoiris
contemplar
escribir
ser
dejar ser
respirar
¿qué puedo hacer?

Todas las anteriores

Friday, February 19, 2010

Bla Bla Bla

¿Cuantas veces hemos estado en una conversación o situación que no nos interesa y seguimos ahí escuchando y sonriendo? En muchas ocasiones cedemos nuestro tiempo y nuestra atención a momentos, conversaciones y personas que más que nutrinos nos consumen. Pero la situación -como ya sabemos- no corresponde al otro. Corresponde más bien a cómo nosotros mismos abordamos el momento. Es decir, en primera instancia ¿por qué estás ahí de pie escuchando algo o alguien que no te está aportando nada? ¿por qué te cuesta tanto decir: NO? ¿Por qué te resulta más fácil torturarte, castigarte o incomodarte que simplemente decir lo que sientes o solo salirte de la situación sin mediar palabra? Muchos dirán que no les gusta ser "mal educados" sobre todo si se trata de su jefe, socio o -peor aún- un extraño ¡esto es lo más curioso! No engancharse en una conversación estéril con un extraño es un irrespeto, pero a veces decirle unas cuantas cosas a nuestros familiares o amigos cercanos está bien.

Realmente no se trata a quien le dices algo, con quien hablas y de qué manera lo dices, se trata de ti, de lo que estás dispuesto de entregar en una situación o en una conversación. Sea a un extraño, a tu jefe, socio, madre, padre etc, es importante que tu permanezcas íntegro. Que en todo momento te respetes y te honres. Si esto es genuino se proyectará en el otro y vendrá la aceptación.

Es cierto que vivimos en una sociedad que demanda mucha atención e infinidad de normas y comportamientos de "buena conducta", y a veces nos resulta incómodo romper con muchos patrones que hemos heredado de generación en generación; pero si poco a poco pulimos nuestra mente, actualizamos nuestras creencias y sobretodo guardamos un profundo respeto por nosotos mismos, podemos sin duda alcanzar una libertad emocional de la tan temida sociedad en la que vivimos. Esta libertad viene de la aceptación de nosotros mismos, cuestión no siempre fácil, pero que con trabajo y constancia se puede lograr. Cuando digo "trabajo y constancia" me refiero a ir practicando con situaciones pequeñas. Por ejemplo, si te encuentras en una conversación que sientes estéril, sutilmente retírate si estás con un grupo de personas, si estás conversando con alguien, trata de darle otro tono a la conversación, si el intento es fallido, retírate a buscar más agua o a tomar un aperitivo. No se trata de huir, sino de no engancharte y por tanto no seguir perturbando tu mente con información que sientes no te sirve de nada o simplemente no te agrada. No te sientas mal al hacerlo, sé siempre diligente sin herir u ofender. Recuerda que el otro es digno de respeto al igual que tu, digno de amor y entendimiento igual que tu. Mira siempre a través de los ojos de la compasión y el amor.

Es importante involucrarse con personas y situaciones que te ayuden a nutrir un estado natural de alegría, paz y amor en tu mente. Normalmente cuando estamos en situaciones desagradables o estresantes nuestra mente se sirve de esta negatividad para volver a un estado de inestabilidad. Es por eso que luego de estar con personas o situaciones de este tipo, nos sentimos agotados e incluso deprimidos y tristes.

Una pregunta que le hacen frecuentemente a mi maestro es ¿cómo mantener una mente en paz y al mismo tiempo funcionar en este mundo? El cita a Pantanjali un gran sabio, que dice que Uno debe cultivar los siguientes aspectos:

-Amistad hacia la gente feliz
-Compasión hacia los infelices
-Reverencia hacia los Santos
-Indiferencia hacia los perniciosos

Este es un punto delicado, pero importante pues entra en juego la compasión y la indiferencia ¿Cuando ser compasivo con alguien y cuando indiferentes? Pues, para esto tenemos una excelente virtud que debemos utilizar: el discernimiento. La habilidad de discenir viene de la mano con el trabajo que hemos hecho en nosotros mismos y la naturaleza de nuestra mente. Para un adicto, la adicción está bien, es algo normal, no puede destinguir. Hay una historia que ilustra muy bien este punto.

Un dia los dioses deciden salir de vacaciones y deciden vacacionar en el hermoso planeta tierra. Recorrieron bosques y ciudades deleitándose con su creación. Pero un dia pasaron frente a una granja y a uno de los Dioses le llamó la atención la manera de vivir de unos cerditos. Curioso, le dijo a los otros dioses que se quedaría con los cerditos para enseñarles a vivir apropiadamente. Los dioses extrañados le apoyaron y acordaron pasar por él en un año.
Después que hubo pasado el año, los Dioses emprendieron el viaje a buscar al otro dios que se había quedado con los cerditos. Cual fue su sorpresa cuando ven al Dios revolcándose en el barro con los otros cerdos. Uno de los dioses le pregunta: ¿Pero qué te ha pasado? Ya vente con nosotros a casa. Y el dios les contestó ¡¿pero qué dices?! Esta es mi esposa cerdita, estos mis hijos cerditos y este nuestro hermoso cochinero!

Esta historia nos hace reflexionar sobre la naturaleza de la mente. ¿Qué tuvo que hacer el Dios para ser aceptado por los cerdos? Pues, ¡convertirse en cerdo! y al hacer esto se olvidó de su naturaleza divina. Entonces, es por esto que es importante nutrirnos con buena gente, buena música, aprender de nuestros maestros diarios y abrir nuestro corazón al aprendizaje. También se aprende revolcándose en el barro con los cerditos, pero ¿por qué con sufrimiento? Es cierto, los cerdos no lo ven como sufrimiento pues es su naturaleza, así están acostumbrados a vivir, pero como hizo el Dios, por entregarnos a la aceptación de los demás, por querer "encajar" en la sociedad, por querer cambiar a los demás, olvidamos nuestra naturaleza divina, nuestra verdadera esencia.

Recuerda siempre cultivarte. Así como se cultiva una hermosa flor con agua, luz y amor, así se cultiva una mente sana, una vida sana y feliz. Es un proceso a veces largo, pero sigue adelante, los frutos que cosecharás serán deliciosos e imperecederos.

Monday, February 8, 2010

Agradecimiento

Que estallen en ti mis versos
con intenciones inocuas y transparentes
No quiero que me sigas
ni me esperes
solo escucha y siente
Que mi verbo sea una semilla
y brote un fruto dulce,
para el goce de tu ser.
Que no alimente vicio
mas estimule tu delicioso aroma
Porque en mi jardín eres bromelia
eres rosa
eres jazmín
disfruto tus colores
y tu sola presencia es un deleite

Friday, February 5, 2010

TU

¿Donde estás?
No huyas, no hay escapatoria
no hay una puerta de atrás
Abandona toda resistencia
y deja que te atraviese entero
entera
el alma
con los ojos
con las manos
y la piel
no hay cuerpo que resista
Tu presencia es inequívoca
eres lo explícito
lo redundante
Monosílabo perpetuo
Y algún día haz de salir

Thursday, February 4, 2010

Tantas veces se llora buscando una respuesta. Pocas veces nos detenemos a secar las lágrimas y simplemente bendecir el momento. Llora si lo necesitas. Grita, golpea, saca esa rabia. No te pertenece. Eres un ser humano y todo está en ti. Todas las emociones, sentimientos, intelecto, dudas, alegrías, temores, certezas. Todo, absolutamente todo está en ti. Pero nada de eso ERES tu.

Cada momento, cada lágrima, cada sonrisa, cada sentimiento te hace sentir vivo, en este cuerpo físico. Y no es pecado vivir cada sensación. No es pecado sentir rabia o deseos de algo. No sigas viéndote a ti mismo como un pecador. Basta de autoflagelarte. Basta de auto-regularte. Simplemente experimenta lo que sientes. No hablo de libertinaje, sino de liberación. Desházte de una vez por todas de la camisa de fuerza que te han impuesto. No creas todo lo que ves, todo lo que te dicen... pero confía en que cada una de tus vivencias quieren decirte algo. No sigas fervientemente a alguien si en tu corazón hay dudas. No te faltes el respeto a ti mismo por no querer faltárselo a otro. No te postres delante de nadie a quien no reconozcas como un reflejo de ti mismo, pero besa los pies de quien te cuestiona.

No luches, ríndete, entrega las armas y déjate llevar como una hoja en el mar. Deja de nadar a la orilla y sumérgete en las aguas profundas en ti. Crecerán en ti escamas y branquias. Sumérgete sin miedo, ¿qué te podría suceder? No digas o pienses nada. Solo imagínalo.

¿Cuantos velos tienes delante de ti, impidiéndote ser lo que realmente eres? ¡Desgárralos con furia y con amor! No importa, los primeros velos se desgarran de esa manera. No te juzques, no identifiques tus emociones. No analices, no busques respuetas,no pierdas tu tiempo razonando. Ya es hora de actuar. Hay patadas que duelen, pero que te levantan de una silla.

La transformación es interna, eso ya lo sabemos -o al menos lo hemos escuchado o leído suficiente- , pero acepta los estímulos externos pues también forman parte del todo. Son como una chispa que encienden las emociones y sentimientos. Observa ese proceso. Obsérvalo mientras estás inmerso en él. Míralo por dentro con ojos de turista, no de analista. ¿Qué importa si tiene sentido o no? ¿Qué importa si lo entiendes o no? Mi buen amigo Bolívar siempre pregunta "¿Qué prefieres: tener la razón o ser feliz? No lo hagas un dilema. Hazlo una reflexión.

Deja fluir libremente quien eres, tal como eres. Y permite que lo externo sea un recordatorio de lo que hay dentro de ti. En cuanto a tus emociones, tus deseos, tus miedos, tus alegrías etc etc...dales también su espacio para expresarse. No hay nada que esté bien o que esté mal, simplemente son momentos, experiencias, sensaciones que requieren que alguien las viva y si quieres hacerlo pues ¡hazlo! y en el ínterin, estimula tu verdadera esencia y pule el diamante cubierto de carbón.

(para hacer pausa a la música de ambiente, baja hasta el final de esta página y dale clic a pause) Disfruta el video